¿Qué es la cura tibetana del ajo, cómo se realiza y que contraindicaciones tiene?

La cura tibetana del ajo es un remedio natural que se basa en el consumo de ajo macerado con alcohol durante 12 días, siguiendo una dosificación precisa. Se dice que este remedio fue creado por los monjes budistas del Tíbet hace miles de años, entre dos mil y tres mil años antes de Cristo y fue descubierta en 1971 en unas viejas tablillas de arcilla en un monasterio en ruinas. Poco después, la receta se difundió por todo el mundo y se tradujo gradualmente a prácticamente todos los idiomas. Se trata de un remedio natural que aprovecha las propiedades del ajo para depurar el organismo y prevenir enfermedades y que tiene múltiples beneficios para la salud, como:

• Depurar el organismo y eliminar las toxinas.
• Regular el colesterol, los triglicéridos y la presión arterial.
• Mejorar la circulación y prevenir la trombosis.
• Proteger el hígado y los riñones.
• Prevenir el envejecimiento y el estrés oxidativo.
• Combatir las infecciones y los parásitos.
• Estimular el metabolismo y la quema de grasas.
• Fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades.
• Reduce el colesterol LDL y aumenta el colesterol HDL.
• Disminuye los niveles de grasas en sangre (triglicéridos).
• Favorece la circulación de la sangre y previene la trombosis.
• Protege el hígado y los riñones.
• Previene el envejecimiento y el estrés oxidativo.
• Combate las infecciones y los parásitos.
• Estimula el metabolismo y la quema de grasas.
• Mejora la digestión y el tránsito intestinal.
• Regula el azúcar en sangre y previene la diabetes.
• Alivia el dolor y la inflamación.
• Mejora la respiración y previene el asma.
• Aumenta la libido y la fertilidad.
• Mejora el ánimo y la depresión.
• Mejora la memoria y la concentración.
• Mejora el sueño y el descanso.
• Mejora la piel y el cabello.
• Mejora la visión y la audición.
• Mejora el olfato y el gusto.
• Mejora la salud bucal y previene el mal aliento.
• Mejora la salud ósea y previene la osteoporosis.
• Mejora la salud muscular y previene los calambres.
• Mejora la salud articular y previene la artritis.
• Mejora la salud nerviosa y previene el estrés.
• Mejora la salud hormonal y previene el hipotiroidismo.
• Mejora la salud reproductiva y previene el cáncer de próstata.
• Mejora la salud urinaria y previene las infecciones.
• Mejora la salud intestinal y previene el cáncer de colon.
• Mejora la salud cardiovascular y previene el infarto.

Para hacer la cura tibetana del ajo, se necesitan 350 gramos de ajo y 250 mililitros de alcohol de 40 grados (como vodka o aguardiente). Se pelan y se machacan los ajos, y se mezclan con el alcohol en un frasco de cristal. Se deja macerar en la nevera durante 10 días, y luego se filtra el líquido. Se obtiene un extracto de ajo que se debe tomar en gotas, antes de cada comida, durante 12 días. La dosis va aumentando progresivamente, desde una gota el primer día, hasta 25 gotas el último día. Se recomienda beber mucha agua durante la cura, y no repetirla hasta que pasen al menos 5 años,  porque el ajo tiene un efecto muy potente sobre el sistema circulatorio, el digestivo y el inmunológico, y puede alterar el equilibrio natural del cuerpo si se usa con demasiada frecuencia.

DIAS / DESAYUNO/ COMIDA / CENA

1    1 gota     2 gotas        3 gotas

2   4 gotas    5 gotas       6 gotas

3   7 gotas    8 gotas       9 gotas

4   10 gotas   11 gotas     12 gotas

5   13 gotas   14 gotas   15 gotas

6   16 gotas   17 gotas    18 gotas

7   17 gotas   16 gotas    15 gotas

8    14 gotas  13 gotas 12 gotas

9    11 gotas 10 gotas 9 gotas

10   8 gotas 7 gotas 6 gotas

11   5 gotas 4 gotas 3 gotas

12   2 gotas 1 gotas 25 gotas

La cura tibetana del ajo es un remedio muy potente, que puede tener efectos secundarios y contraindicaciones. Por eso, se debe consultar con tu médico antes de hacerla si tienes algún problema de salud o tomas algún tratamiento, y evitarla en caso de:

• Ser alérgico al ajo o al alcohol.
• Tener problemas digestivos, como úlcera, gastritis o reflujo.
• Tener hipertiroidismo o hipotensión.
• Estar embarazada o lactando.
• Tomar medicamentos anticoagulantes, antihipertensivos o antidiabéticos.